EL LADO MÁS OSCURO DE BARCELONA RETRATADO POR LOS MEJORES AUTORES DEL PANORAMA NACIONAL 23 historietas de género negro con la ciudad de Barcelona como escenario. 23 disparos a bocajarro narrados por autores de tebeos que conocen la Ciudad Condal como la palma de su mano. Creadores ya consagrados y otros que vienen empujando fuerte se unen para radiografiar la urbe y convertirla en un personaje más. Barcelona no te da una segunda oportunidad. Perdedores o triunfadores, todos tenemos heridas que lamer. Carlos Zanon 2017 A veces hay ideas y proyectos que, de tan buenos y evidentes, uno supone que ya se le han ocurrido a alguien o que han existido desde siempre. Como una buena melodía. Estaba en el aire, estaba ya aquí. Sólo era necesario que alguien decidiera atraparla y hacerla canción. De este modo, cuando la gente de NORMA EDITORIAL me explicó el proyecto de BCN NOIRE, el cómo y el qué, y más aún cuando me dejaron trastear en las veintitrés historias —más un prólogo con olor a napalm de Cristina Fallarás—, pensé ¿cómo no se le ha ocurrido algo así antes a nadie o mejor aún, cómo no se le ha ocurrido de esta manera, con esta ambición? Una de las preguntas que más me hacen es por qué Barcelona es un escenario ideal para la novela negra. La verdad es que no lo sé. Hay ciudades importantes o con características a priori susceptibles de serlo y no lo son. Creo que antes que nada deberíamos preguntarnos por qué Barcelona es una ciudad literaria. Tampoco tengo respuesta a eso. De hecho, a casi nada. Algo tendrá que ver tanto su ubicación como su estigma de ciudad de derrotas, tanto su carácter portuario, fronterizo, como la disposición de sus calles, sus clases sociales, su ausencia de poder efectivo, su soberbia tanto como su hospitalidad. Además de esa emblemática manera de ser, de verse más guapa o más fea, más soberbia o desgraciada de lo que probablemente sea. Barcelona es una ciudad que no existiría tal y como la vemos si no la hubiéramos leído y escrito cientos de veces antes. Sucede con algunas ciudades —París, Londres, Nueva York, Marsella— a las que acudes en busca de su fantasma. En cada creador que la dibuja, graba o escribe se está reinterpretando Barcelona, mirando con otras gafas las mismas calles, la gente que las pisa en ese momento. Porque en el fondo una ciudad es, entre otras cosas, sus muertos y los vivos que coinciden aquí y ahora en el mismo lugar. Es por eso que además de ser un trabajo excelente, lleno de talento e intención, BCN NOIRE es necesario para recordarnos que una ciudad no es un museo ni un escaparate, ni una oferta de negocio ni un desiderátum político. O no sólo eso. Porque necesitamos más miradas, distintas, muchas, todas, para que no se apropien de la ciudad las que la quieren ver sólo de una manera, sea esta la que sea. Y además, en este caso, como sucede a menudo en la novela gráfica, cómic o tebeo, llámalo como quieras, desde la calle. A nivel del suelo. De forma directa, angulosa, sutil o voceras, en ciertos momentos maniquea o incómoda. Pero talentosa y con ganas de acumular voces a las voces. Desde el cómic siempre se hace algo por los que escribimos y leemos ficción: nos recuerda que los mejores bailes, los mejores besos y las mejores aventuras pasaron antes de entrar en casa. En la calle.