Tras llegar a Kawami, Vladimir decide enfrentarse a la pérdida de su voz con la ayuda de Yutaka, su familia y amigos. Gracias a ello, Minoru, antiguo niño soprano, descubre la influencia que su propia voz tuvo en los demás. Al mismo tiempo, en un giro de los acontecimientos, el pueblo de Kawami se ve abocado a un temible destino. Sus habitantes intentarán hacer lo posible por cambiarlo, mientras Yutaka y Midori debutan en la ópera y el coro del instituto Kawami Este emprende su camino hacia la final nacional del concurso de la NHK.