LAS ALMAS PERDIDAS:

El legado del franquismo y la tragedia de los “niños robados”

“Las almas perdidas” desvela la conmovedora y oscura historia de los niños robados durante el franquismo, un capítulo sombrío de la historia de España marcado por el dolor y la pérdida. Desde el final de la Guerra Civil Española hasta bien entrados los años 90, miles de bebés fueron arrancados de los brazos de sus madres en hospitales y clínicas bajo el pretexto de que habían muerto poco después de nacer.

La trama se centra en el hijo de una de las valientes mujeres que estuvieron presas en la cárcel de Saturrarán, que es ahora Relator de la ONU. Marcado por la historia de su madre y las injusticias que ella sufrió, decide tomar la justicia en sus manos en el presente. Su objetivo es desenmascarar y castigar a aquellos que, aún en tiempos modernos, intentan ocultar la verdad sobre el sufrimiento de las víctimas y el destino de los niños desaparecidos. Esta trama personal se entreteje con la lucha más amplia por la justicia y la verdad, resaltando los desafíos y los sacrificios involucrados en enfrentar a poderosos adversarios.

A medida que la trama se desarrolla, se revelan las conexiones entre el pasado y el presente, mostrando cómo los ecos de la historia siguen influyendo en las vidas de los personajes. La búsqueda de justicia se convierte en un viaje emocional que desentraña verdades ocultas y enfrenta desafíos morales, en un intento por cerrar heridas que han permanecido abiertas durante demasiado tiempo.

Colección Spanish Bombs

Este es el nuevo cómic que añadimos a nuestra colección de autores españoles. “Las almas perdidas” es la obra de Francisco Ballesteros, Juan Alarcón y Pilar Tarifa. Basada en hechos reales. Incluye una breve introducción sobre la historia real de este cómic y al final, una entrevista de Miguel Ángel Valero, del 3 de mayo de 2022 titulado: “Eugenesia franquista: de la «raza hispana» de Vallejo-Nájera a administrar arsénico a embarazadas para «mejorar la calidad» de los niños españoles” para el diario El Salto.

El escalofriante caso de los “niños robados” en España

Fue un episodio trágico y extendido que ocurrió en España durante el franquismo y las décadas posteriores, hasta los años 90. El origen de estas prácticas se remonta a la Guerra Civil Española (1936-1939) y a la dictadura de Francisco Franco. Inicialmente, los niños de los republicanos fusilados o encarcelados fueron reubicados en instituciones o entregados a familias afines al régimen franquista, con la justificación de salvarlos de un ambiente considerado “antiespañol” o “inmoral“. Con el tiempo, se convirtió en un negocio ilícito que implicaba a médicos, enfermeras, sacerdotes y monjas, quienes falsificaban documentos de nacimiento y declaraban a los niños como muertos al nacer para luego venderlos a familias que buscaban adoptar.

Las familias afectadas a menudo eran informadas de que sus bebés habían muerto poco después del parto, pero nunca se les mostraban cuerpos o pruebas claras de la muerte. Este patrón de engaño y robo llevó a miles de familias a vivir con la incertidumbre sobre el paradero real de sus hijos.

Desde la cárcel de Saturrarán…

La historia comienza en Saturrarán, el penal para mujeres ubicado en la costa vasca, que se convirtió en escenario de un inmenso sufrimiento durante el franquismo. En este lugar, cientos de mujeres y sus hijos fueron encarcelados bajo condiciones extremas, marcando el inicio de una serie de eventos trágicos que resuenan hasta nuestros días.

Saturrarán no era solo una prisión; era un símbolo de represión y control, donde las prisioneras eran sometidas a trabajos forzados, maltratos y separación de sus hijos. Muchas fueron detenidas por sus ideales republicanos o simplemente por ser familiares de hombres considerados enemigos del régimen. En este ambiente de desesperanza y desolación, las historias personales de valentía y resistencia empezaron a tejerse entre los muros del penal.

Con el paso del tiempo y la caída del franquismo, erró sus puertas, pero las cicatrices quedaron. Las sobrevivientes y sus descendientes comenzaron una lucha para recuperar la memoria histórica y buscar justicia por los crímenes cometidos. El movimiento para reconocer a los bebés robados durante el franquismo ganó fuerza, alimentado por testimonios y evidencias recopiladas por las familias y activistas.

…pasando por el crimen de El Aguaucho…

El asesinato colectivo de las sirvientas de El Aguaucho en 1936 es otro episodio trágico y brutal de la Guerra Civil Española. Este crimen ocurrió en una finca conocida como El Aguaucho, situada en Fuentes de Andalucía, en la provincia de Sevilla. El evento involucró la violación, asesinato y posterior ocultación de los cuerpos de un grupo de mujeres que fueron arrojadas a un pozo en la finca.

Este crimen fue perpetrado por miembros de grupos falangistas, que actuaban bajo el amparo y la ideología del bando nacionalista. Las víctimas fueron seleccionadas por su supuesta afinidad o conexión con el bando republicano o simplemente por estar en circunstancias vulnerables que las hacían blancos fáciles para actos de violencia y represión.

La masacre es emblemática de los numerosos actos de violencia extrajudicial y represión que caracterizaron esta guerra, donde la violencia de género se utilizó como arma de guerra para infundir terror y controlar a la población civil. Este tipo de violencia estaba profundamente arraigado en una ideología que buscaba no solo eliminar al enemigo político, sino también imponer un orden social extremadamente conservador y patriarcal.

En la actualidad, este caso ha vuelto a captar la atención pública y mediática debido a los esfuerzos por recuperar la memoria histórica y buscar justicia para las víctimas de crímenes durante la guerra y la dictadura franquista. La exhumación de los cuerpos de las víctimas forma parte de un movimiento más amplio que busca hacer frente a las atrocidades del pasado, ofreciendo algún tipo de cierre a las familias y restaurando la dignidad a las víctimas.

…hasta la actualidad

En los años recientes, el caso de los niños robados ha recibido mayor atención pública y mediática, llevando a muchas víctimas a buscar respuestas y a reunirse con sus familas biológicas. Sin embargo, la búsqueda de justicia ha sido complicada debido a la falta de registros oficiales, la destrucción de pruebas y la muerte de muchos de los implicados directos. Además, los tribunales han enfrentado dificultades legales para procesar estos casos debido a problemas de prescripción de los delitos y la falta de pruebas concretas.