De vuelta en California, Duke está cerca de conseguir su objetivo: por fin va a poder arrebatar a Peg de las garras de King. Pero nada más poner pie en la localidad, termina entre rejas, donde se topa con un tipo enorme, místico y sanguinario, que le ofrece sacarlo de la cárcel si acepta un peculiar trato: que reconozca que ambos comparten la misma naturaleza. A partir de ese punto, el viaje de Duke toma un inesperado y accidentado rumbo. Hermann, maestro y referente del cómic francobelga, y su colaborador habitual Yves H., firman la séptima entrega de Duke. Una de las grandes sagas del cómic contemporáneo, adscrita a la mejor tradición del western.